Un nuevo análisis del
sistema de planetas de la estrella Gliese 581, una enana roja a
veinte años luz de la Tierra, pone de manifiesto que, además del ya conocido (y
polémico) Gliese 581g, otro de sus seis mundos, el Gliese 581d,
parece apto para albergar agua líquida en su superficie, y quizás vida. El
estudio aparece en el último número de la revista Astrophysical Journal Letter.
Hace más menos de un año,
un equipo de astrónomos de las Universidades de California y Santa Cruz y del
Instituto Carnegie de Washington anunciaba el descubrimiento del primerplaneta "realmente habitable" fuera de nuestro Sistema
Solar. Se trataba del planeta "g", uno de los seis mundos conocidos
alrededor de la estrella Gliese 581, a unos veinte años luz de la Tierra.
Apenas unas semanas
después, sin embargo, otro grupo de
astrónomos puso en duda el descubrimiento, ya que no fueron capaces
de detectar el planeta con sus instrumentos. Desde entonces, la cuestión ha
permanecido en suspenso, a la espera de nuevos datos que confirmen o desmientan
el espectacular hallazgo.
Ahora, todos los ojos
vuelven a dirigirse hacia la enana roja Gliese 581, aunque no al planeta
"g" sino a otro de sus mundos, el "d", un planeta
descubierto en 2007 y que había sido inicialmente descartado como posible
receptor de vida. Un nuevo modelo desarrollado por Robin Wordsworth y
Francois Forget, climatólogos del CNRS frances (Centre national de la recherche
scientifique) muestra, en efecto, que Gliese 581d tiene un potencial
sorprendente. Tanto como para arrebatar a su planeta vecino (el
"g"), el título de primer planeta habitable detectado por el hombre
fuera del Sistema Solar.
De hecho, los nuevos
cálculos indican que su densa atmósfera, muy rica en CO2, es
perfectamente capaz de retener el calor del planeta por medio del
efecto invernadero. Y al mismo tiempo, lo cual es fundamental, de permitir el
paso de los rojos rayos de luz de su estrella, que calientan su superficie.
"En todo caso -afirman los investigadores- las temperaturas permiten la
presencia de agua líquida".
Gliese 581d, además, se encuentra en el borde mismo de la "zona de
habitabilidad" de su estrella, la estrecha franja orbital, ni demasiado
fría ni demasiado caliente, que permite la existencia de agua líquida
sobre la superficie, una condición que se considera esencial para la
búsqueda del único tipo de vida que conocemos.
Dos veces el tamaño de la Tierra
El planeta "d" es varias veces mayor que
su vecino "g". Se trata de un mundo rocoso que tiene el doble de
tamaño y siete veces más masa que la Tierra. "Con una densa atmósfera de
dióxido de carbono -se lee en la nota hecha pública por el CNRS-, un escenario
muy probable en un mundo tan grande, el clima de Gliese 581d no solo es
estable, sino lo suficientemente cálido como para tener océanos, nubes y
lluvias".
Gliese 581d recibe menos de un tercio de radiación solar que la Tierra y,
igual que su hermano menor "g", siempre muestra la misma cara a su
sol. Es decir, en la mitad del planeta siempre es de día, mientras que
la otra mitad está sumida en una oscuridad perpetua.
En palabras de los investigadores, "Gliese
581d sería un lugar muy extraño para visitar. La gran densidad del aire y la
espesa capa de nubes mantendrían la superficie bajo una perpetua y lóbrega luz
rojiza. Y su gran masa significa que la gravedad que experimentaríamos allí
sería cerca del doble de la que hay en la Tierra".
De todas formas, y a pesar
de que la estrella Gliese 581 es una de las
"vecinas" más próximas al Sol, con los medios actuales tardaríamos
una eternidad en salvar los veinte años luz que nos separan de
ella (cada año luz equivale a casi 9,6 billones de km.). La más rápida de nuestras
naves, en efecto, tendría que viajar durante más de 300.000 años para llegar
hasta allí.
Fuente:
abc.es
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