Científicas de la Universidad Estatal de
Michigan han desentrañado el misterio de cómo los microbios generan
electricidad, mientras que limpian desechos nucleares y otros metales tóxicos.
Las investigadoras detectaron nanocables o
conductores que hacen que ese microorganismo produzca la electricidad durante
el proceso de limpieza.
"Nuestros hallazgos claramente identifican
los nanocables como el catalizador primario de la reducción del uranio. Se
trata esencialmente de realizar la versión de la naturaleza de la
galvanoplastia con uranio, es decir, la inmovilización del material radiactivo,
lo que evita que se filtre en las aguas subterráneas", explicó Gemma
Reguera, microbióloga del AgBioResearch de la Universidad de Michigan.
Los hallazgos permitirán innovar el manejo de
estos y otros contaminantes que se generan en procesos industriales reveló el
estudio que se publica en la revista Proceedings de la Academia Nacional de
Ciencias.
"Las bacterias Geobacter son pequeños
microorganismos que podrían tomar un rol mayor en la limpieza de sitios
contaminados alrededor del mundo. La contaminación con uranio puede generarse
en cada paso de la producción del combustible nuclear, con este proceso se
podría prevenir su traslado y evitar cualquier riesgo de exposición", dijo
Gemma Reguera, microbióloga del AgBioResearch de la Universidad de Michigan.
Mejora
biotecnológica
Los nanocables también protegen a la Geobacter
para que pueda vivir en un ambiente tóxico. Su efectividad se probó al limpiar
un sitio contaminado con uranio en Rifle, Colorado.
Las investigadoras inyectaron acetato en agua
subterránea contaminada, dado que este es el alimento preferido de las
Geobacterias. Con ello estimularon el crecimiento de su comunidad que
terminaron por limpiar la zona.
Reguera y su equipo modificaron una Geobacteria
y lograron mejorar la eficiencia de los nanocables para inmovilizar el uranio.
El siguiente paso es patentar su versión
mejorada, así como su investigación, para desarrollar microorganismos capaces
de generar mayores cantidades de electricidad mientras limpian desastres
ecológicos.
El equipo científico incluye a Dena Cologgi y
Allison Speers, estudiantes graduadas de la Universidad de Michigan y las
posdoctoras Sanela Lampa-Pastirk y Shelly Kellys.
La investigación fue patrocinada por el
National Institute of Environmental Health Science y el Departamento de Energía
de Estados Unidos.
Fuente: Science Daily
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